
En mi
opinión personal las personas que preparan las preguntas para los procesos de
selección deben tener en cuenta que estas preguntas deben estar orientadas al
puesto a cubrir y deben aportar información útil de los candidatos y las
candidatas.
Personalmente
pienso que no es adecuado seguir formulando siempre las mismas preguntas, porque
hoy en día en que disponemos de un acceso más fácil a la información y a recursos
para la búsqueda de empleo es más sencillo que una persona conozca cuáles son
las respuestas correctas a estas preguntas, por lo que al final no estaremos
viendo lo que buscamos ver con las respuestas si no solo una versión camuflada.
Un ejemplo sería la típica pregunta: “Dígame tres virtudes suyas y tres defectos”.
Si buscamos ciertas cualidades en un candidato la mejor forma de obtener la
verdad sin maquillaje es formulando preguntas nuevas ante las que el candidato
no se haya enfrentado ante ni conozca las respuestas que “debe” dar.

Resumiendo
todo lo anterior es importante hacer preguntas cuyas respuestas aporten al
proceso e ir renovándolas para tener una visión más real de los candidatos y
candidatas.
Esperando
que este post os haya gustado y resultado útil me despido.
Que
tengáis una buena y provechosa semana.
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